ADICCIÓN

Para quines trabajan con aquellos que quieren y no pueden…

¿Cuál es la necesidad que arrastra a un individuo a vivir teniendo que entregarle su dignidad, su libertad a una sustancia?
¿Cuál es el efecto que el adicto necesita se produzca en su situación tan urgente como para posponer todo otro interés en su vida?
¿Cuál es la insuficiencia que somete al individuo a pagar tan alto precio?
¿Cuales son los atributos que presentan los individuos que consumiendo no hipotecan su vida?
¿Cuáles son las destrezas que procuramos desarrollar en las personas que declaran su interés por trascender su dependencia?
¿Qué es lo que podríamos aportar para que efectivamente el que necesita adquiera la posibilidad real para recuperar libertad?


En lo más esencial las personas adictas buscan escapar del sufrimiento, del dolor, de esa impotencia, de ese no saber que hacer, no saber como enfrentar el estado de desintegración que se encuentran experimentando… se encuentran con una respuesta que alivia, que transforma, fácil, pero de tan alto costo.

¿Cómo entregarle herramientas a un dependiente para que sea más autónomo, para que no tenga que recurrir a un producto externo para recién alcanzar una ilusión de dignidad?
¿Cómo enriquecer la vida de alguien que sufre por su miseria, por su incapacidad de producir algo mejor?

Tratando de encontrarnos con ellos irradiando esa posibilidad.
Para obtener algún grado de progreso cierto, para que el que sufre por depender experimente orgánicamente y pueda reflejar para si mismo y para nosotros una esperanza, tiene que haber ocurrido algo así en nosotros. Necesitamos que nuestra presencia irradie, más allá de nuestros dichos, consistencia, es decir, nosotros debemos irradiar, se debe notar que estamos trabajando seriamente para nuestro propio desarrollo y que ya ocurrió en nosotros ante nuestra propia situación, que lo podemos probar, así, para contagiar al otro.

¿Cómo realizar este propósito?


Es posible participar de procesos en donde constatar la posibilidad que existe en todos nosotros para desarrollar la cualidad del contacto que tenemos con ella, con nuestra vida, en concreto realizar una práctica conducida, con otros, para que cada uno y todos demos un paso hacia estar más presentes en la vida, recogiendo la mayor vitalidad de un grado de integración superior, del registro de un encuentro sentido, impregnado de más plenitud y en nuestra presencia.

Esa capacidad a desarrollar paulatinamente, nos posibilita para encontrarnos concientemente, de un modo distinto, en la situación, ahora mismo, sentir la presencia cierta de un grado de objetividad superior, puede ser solo un poquito pero lo suficiente para percibir el cambio de categoría.
Tener esta comprensión, pretender legítimamente estar en esa frecuencia, determina que la influencia que ustedes, la vida humana por ustedes conducida, la propia, se convierte en el instrumento que afina la vida del otro.

No serán tus dichos ciertamente los que generarán satisfacción en ese afán de
ayudar, serán también tus dichos.
Sentirte más apropiado o apropiada de tu momento, más presente en tu vida,terminará seduciendo, en un cierto tiempo, al que está trabajando contigo.
Deberás atreverte a estar presente en tu vida, confiado, confiada, en tal grado, que el otro termine también atreviéndose… de a poco, en tiempos humanos, no apurarse para la cosecha,
sembrar en nuestros pares no es cosa fácil, no siempre la tierra está preparada
y a veces hay que empezar por ahí, por preparar la tierra.
…Se va a tener que atrever a estar, a permanecer y no arrancar, porque te va a tener a ti y
también habrá más de él, podría lentamente ir adquiriendo la competencia necesaria para no zozobrar ante la vida y liberarse del empleo inevitable, conquistando de a poco su propio territorio y reemplazando el objeto de su adicción por él mismo.
Que valla de a poco logrando, ahora gracias a él, una respuesta, que se muestra a través de primores, sentir que gracias a los propios méritos la realidad se transforma… nuestro encuentro con ella, de a poco, va dejando de ser solo dramático y aparecen también momentos de claridad, donde la esperanza surge y brilla en las miradas.

Esto es lo que tenemos para compartir, otra entrada.

La capacidad para ofrecer cobertura a nuestra vida aún no alcanza, vamos detrás, intuimos necesidad, ignoramos nuestro potencial, caemos en el desequilibrio y buscamos afuera, somos adictos, dependientes.

Trabajar para actualizar el potencial, para integrarnos con la vida y paladear su riqueza, para sentir como es posible llegar a otra profundidad en el encuentro, con otra cobertura, para desarrollar la capacidad de responder efectivamente por ella y merecer la autonomía, la libertad.
Esas es nuestra tarea y este es el modo que hemos encontrado para emitir una respuesta de un nivel de integración suficiente para atender la demanda que se nos plantea.


Dr. Milton Flores Gatica
Médico Psiquiatra
Agosto 2007

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