Meditación





"Los que no han dedicado horas a la meditación pueden muy bien preguntarse por qué hay quienes la practican; sin embargo, incluso aquellos que sólo han dedicado 20 minutos a la meditación durante algunos meses, resultan visiblemente diferentes al común de las personas. Parecen más calmados e integrados. Es como si hubiesen recolectado las diversas partes de sí mismos y las mantuvieran unidas. Sus movimientos corporales son más suaves, menos precipitados, más armónicos. Al examinarlos de cerca, demuestran considerable sensibilidad, tanto interna como externa. Su conocimiento de la experiencia interna se halla notoriamente por sobre lo común. La práctica de aquietar la mente entrega paz al individuo y también intensifica los procesos internos, de modo que éste puede iniciar un autoanálisis libre. Es un estilo muy íntimo de aprendizaje, ya que no estamos hablando verbalmente a cerca de las experiencias, sino que estamos trabajando dentro de la experiencia en sí. También descubrimos que al aquietar la mente hallamos un refugio que tenemos siempre a nuestro alcance. Recuerdo que en una experiencia muy amarga también meditaba acerca de la belleza de las llamas de la hoguera. Muchos de los desórdenes psicológicos surgen al sentir de nuestra psique que no hay alternativas reales. Debe resolver éste problema determinado, cualquiera que éste sea. La meditación nos abre mundos alternativos que resultan tan válidos como aquel en el cual se nos presentan los problemas difíciles de resolver."

Tomado de "La Profundidad Natural en el Hombre", de Wilson Van Dusen. Editorial Cuatro Vientos. Pág. 85.

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